viernes, 27 de septiembre de 2013

El mundo de allá afuera

Hay un mundo allá afuera
lejos,

lejos del circulillo hipócrita de la sinceridad.
Afuera de todas esas que
saltan
lloran
ríen

hay un mundo
afuera de esa supuesta entrega,
de la falsa cabalgata cansada por los años,
hay un mundo.

Ese mundo es otro
y hay que conocerlo
porque está ahí

pero hay quienes que 
-amparados en sus tristes solitarias noches
en sus noches de rondas discutidoras sobre el mapamundi gestual
en sus veladores y lámparas que no dan luz-
no quieren verlo.

La ex  reinas de belleza
las que lo entregaron todo por un trono 
y por un séquito de admiradores que las realce,
las que fundieron su cuerpo
su voz
las que apagaron su brillo
en nombre de los otros,
¿de quienes? 
En nombre de nadie

no quieren verlo.

Se quemaron enteras
y van desparramando sus restos entre nosotros
¿entre quienes?
Entre nosotros.

Don de mujer: 
sea bella
sea leona cazadora
sea levanta muertos

y se drogará tanto de poder,
se sentirá tan fascinada
que no podrá salir nunca más.
Será mujer que militariza y controla
pero que se ríe y se peina para disimularlo.

No quieren verlo.

Hay otro mundo porque lo veo
lo toco
lo vivo.
Está afuera.

Ya hay varias que se carbonizaron
que no van a verlo nunca:

ex mujer con dotes de grandeza
busca su alma ya muerta,
-perdida-
la mujer que se pierde y crée que ese es el camino
que ensuciarse es siempre el camino
que encamarse es siempre el camino.

Pero hay un mundo allá afuera
y lo encontrás adentro
atravesando tu miedo
viviéndolo

soportando
tu orfandad disfrazada de fuerza
tus gritos y enojos que distraen
pero no sanan
tus carcajadas que ya no tapan tu soledad

tu necesidad de ser mirada
tanto
tanto
tanto
que destruis a cualquiera que pueda ser mirada y que no seas vos.

Mejor hagamos un mundo para que Alejandra se quede.

Ese mundo está
siempre
esperando
esperándote
a que salgas

a que aceptes que este juego lo perdiste porque ya nadie te cree
perdiste 
porque quisiste jugar a la Reina Madre
y no hay corona ni familia real
ni Rey que te acepte.

El mundo no es cruel
vos sos cruel.

Pero confío en ese mundo de allá afuera
en el que la Verdad és
sin ser dicha

sin dientes demasiado blancos
sin caros perfumes extranjeros
sin mentes enamoradas de sus propias enfermedades

sin ex reinas de belleza con pretensiones modernas de mujer independiente.

Hay un mundo allá afuera
acuchilláte los ojos 
y enfrentàlo.

Aunque no quieras verlo.
Enfrentálo.