Hay
un mundo allá afuera
lejos,
lejos
del circulillo hipócrita de la sinceridad.
Afuera
de todas esas que
saltan
lloran
ríen
hay
un mundo
afuera
de esa supuesta entrega,
de
la falsa cabalgata cansada por los años,
hay
un mundo.
Ese
mundo es otro
y
hay que conocerlo
porque
está ahí
pero
hay quienes que
-amparados
en sus tristes solitarias noches
en
sus noches de rondas discutidoras sobre el mapamundi gestual
en
sus veladores y lámparas que no dan luz-
no
quieren verlo.
La
ex reinas de belleza
las
que lo entregaron todo por un trono
y
por un séquito de admiradores que las realce,
las
que fundieron su cuerpo
su
voz
las
que apagaron su brillo
en
nombre de los otros,
¿de
quienes?
En
nombre de nadie
no
quieren verlo.
Se
quemaron enteras
y
van desparramando sus restos entre nosotros
¿entre
quienes?
Entre
nosotros.
Don
de mujer:
sea
bella
sea
leona cazadora
sea
levanta muertos
y
se drogará tanto de poder,
se
sentirá tan fascinada
que
no podrá salir nunca más.
Será
mujer que militariza y controla
pero
que se ríe y se peina para disimularlo.
No
quieren verlo.
Hay
otro mundo porque lo veo
lo
toco
lo
vivo.
Está
afuera.
Ya
hay varias que se carbonizaron
que
no van a verlo nunca:
ex
mujer con dotes de grandeza
busca
su alma ya muerta,
-perdida-
la
mujer que se pierde y crée que ese es el camino
que
ensuciarse es siempre el camino
que
encamarse es siempre el camino.
Pero
hay un mundo allá afuera
y
lo encontrás adentro
atravesando
tu miedo
viviéndolo
soportando
tu
orfandad disfrazada de fuerza
tus
gritos y enojos que distraen
pero
no sanan
tus
carcajadas que ya no tapan tu soledad
tu
necesidad de ser mirada
tanto
tanto
tanto
que
destruis a cualquiera que pueda ser mirada y que no seas vos.
Mejor
hagamos un mundo para que Alejandra se quede.
Ese
mundo está
siempre
esperando
esperándote
a
que salgas
a
que aceptes que este juego lo perdiste porque ya nadie te cree
perdiste
porque
quisiste jugar a la Reina Madre
y
no hay corona ni familia real
ni
Rey que te acepte.
El
mundo no es cruel
vos
sos cruel.
Pero
confío en ese mundo de allá afuera
en
el que la Verdad és
sin
ser dicha
sin
dientes demasiado blancos
sin
caros perfumes extranjeros
sin
mentes enamoradas de sus propias enfermedades
sin
ex reinas de belleza con pretensiones modernas de mujer
independiente.
Hay
un mundo allá afuera
acuchilláte
los ojos
y
enfrentàlo.
Aunque
no quieras verlo.
Enfrentálo.