Un sol hermoso
sonriente
perderme en el camino que tejieron las hormigas
qué milagro
la luz de ese sol.
Cuánto daño
en los ladridos
cuánto poder
en esa bruma negra
la tierra es de quien la trabaja
la tierra es de las hormigas.
No quisiera
el susto
el grito
el dolor del dolor
el mismo verde de los musgos de la noche;
una oportunidad
aunque no se pueda
sería
mirarte
en los ojos amarillos
en los mil dientes
que me muestres
los atardeceres
de las hormigas
ellas sí que saben de senderos
de sol
del cuerpo caliente bajo el rayo del sol
miremos todo
ahora
no lo dejemos
no nos dejemos
no caigamos
de mi lado,
la pared
de tu lado,
el abismo.
Lleváme
a dónde los reinos
se pierden
se olvidan
al lugar más certero
al bosque que preciso
mañana podría seguir bailando
alrededor de tu cuerpo
y
ver
cómo me mirás mirarte.
tu mirada amarilla
la curiosidad de la hormiga
quiero irme
de una vez
vayámos juntos
entre los caminos que tejieron las hormigas.