miércoles, 22 de enero de 2014

El extranjero


de noche
en una ciudad 
que no es la mia
con el chillido de los murciélagos
el maullar de una gata
un ventilador viejo
que tira vientos

vientos
viejos
y
calientes

en una noche
en la que podrìa armarse una tormenta
hay nubes
y escuchamos 
truenos
y no vimos 
rayos

pero 
allì estaràn
màs arriba de esas nubes
urdiendo 
sus trampas
bendiciendo 
a los campos

la noche
que podrìa ser
solo la continuacion del dìa
de la tarde
que brillò
con la voz del amor
o
el sonido
atento 
de la espera

desde aquí
me pregunto

si exististe

si existías

quién fuiste
desde dónde viniste

tal vez
tuve 
que escribirlo
escribirte
para entender
entenderte

la sabidurìa de la estrella
se ve
luego de miles
de 
años 
luz
luego de muchìsimos
kilòmetros
de
distancia

su brillo permanece oculto mientras ella brilla


recièn 
ahora

en una noche
que 
no es mìa
una noche
prestada
robada

siento
que
estabas ahì
siempre
tal vez
no te vi
no te veia

ahora veo tu amarillo resplandecer entre todas mis cosas

tu fuerza
es 
única
y
me la prestaste

el valor
para 
que el alma se abra
y
se deje abrazar

abrace

asì

a todos sus miedos

los cargue
en
una valijita

llena de noche
llena de ilusiones
llena de soledad


pueda llevarla
hacia 
todas las noches

aunque 
ninguna me pertenezca

aunque
el miedo
pretenda agudizar
lo simple.

Criatura,

me 
diste
tu mano

para que
pudiera 
andar 
sola

en 
cualquier noche.

sábado, 18 de enero de 2014

Los hilos de las cosas

borracha
como tantas otras noches

con una ventana
que
no es la mia
con un viento
que
no me solpla
con rejas
que
no me encierran

si pudiera
pertenercerme
algo

por una vez

que 
las cosas
tuvieran mi nombre

que 
la caridad
no se llame
con el nombre
que me pusieron
mis padres

ellos
que dicen
que 
la caridad
no existe

y
si supieran

las veces
que dormi
en camas 
que
no fueron de nadie

en calles
que
pocos recorrerìan

entre 
almohadones
llenos de pulgas
piojos
bichos inmundos

pero
que me reconfortaron

perros
que
aullaban
cada vez que movìa mis pies

mujeres
que
aullaban
cada vez que movia mis pies

las cosas son de quien pudo cosificarlas

la heladera,
amiga,
será tuya,
porque vos,
o tu padre
o
alguien
la comprò

pero
con tu nombre

porque
hay quienes tienen el nombre de las cosas

el nombre
que
se le pone
a las cosas
para
asignarles propiedad

y
aunque te duela
y
te maldiga

tu padre te ha comprado una casa

eres
ahora
el nombrado
para habitarla

para 
que 
esa cosa
sea
tu cosa

hay
quienes 
nunca podremos ser
los 
nombrados
los 
dueños

los 
quienes
manejan

los hilos de las cosas

acà
nos ven
derrotados

borrachos
de ira
de dolor
de 

indiferencia

entonces
seguir
moribundos
los caminos de los sin nombre
de
los sin titulo
de
los sin 

n a d a.

La tierra sin ley


                                                           Rutas, pájaros, sendas
                                                            rumbos
                                                            pero hay un hilo conductor
                                                            algo endiablado que ya hizo
                                                            un bosquejo de destino

                MIGUEL HEISECKE C., El mercado negro de las palabras



El cielo
se privatiza

armas
contrabando
suciedad citadina
palomas
que
nunca
serán la paz

estudiantes
y su esfuerzo
mental

esfuerzo sin cuerpo
genera
el mundo sin ley

la tierra
violada
por aquellos

los de siempre

los que inundan sus bocas
en licor suizo
en chocolate francés.

Cómo lidiar 
aquí

abatidos

el rayo de sol
la humedad
tapa
ciega.

Son los de siempre los que nos quieren derrotados.

Los hermanos sean unidos
porque
esa
es 
la ley primera.

El pueblo
de la fuerza
la tierra
es generosa

lo será.

Bienaventurados
los que expongan 
sus cuerpos

al sol
a la lucha
a la red de redes
-la maligna
la que captura-

bienaventurados
porque
de ellos 
será
el milagro.

Esta tierra
es
milagrosa

lo sé

huele todavia
a
canciones antiguas
a comida ancestral.

Hijo de la tierra
Hijo de hombre
agarre su cuerpo

quémelo
enfréntese
mìrese en el espejo
que podria ser
la mirada 
de quien tenga ahora a su lado

note
su propio fuego
en el incendio
de esos ojos
ajenos

yo 
los miro
y
lo noto.

Hijos de la tierra
sin ley
no caigan
reconozcánse
no renuncien

llegará
el milagro
la buenaventura
el mágico destino
el fin de la mentira

la destrucción
de ésos
que les inyectaron
el veneno

venenito sutil

de la muerte
de los cadáveres
de las amenazas

y

en
lo profundo
de
ese sol

de
esa humedad

será
la frescura del cuerpo
la que
siempre
sobrevivirá.

Sólo
con 
el cuerpo
trazaremos
el sendero de los Justos

ellos
vendrán

con
sus voces
sus músicas
sus miradas de incendio


refundar

hoy

esta tierra sin ley.