sábado, 11 de mayo de 2013

Las putas




I

Otra vez las putas
dando vueltas por ahí.

Rondándome.

Las putas ganas de tomarme esa raya,
de mentirte,
de hacer las cosas mal.

Porque la vida se vive
y todo ese blablabla.

Pero vivirla no es mentir,
ni mentirte.

Y cuando las putas llegan
te exigen la mentira.

¿Porqué la necesidad de portarme mal?



II

Vos no cambiás más,
me había gritado Juan.

Cambiar es un efecto,
digo,
no es un acto deliberado.
No se acciona a partir del cambio.
No.

¿Pero quién entiende eso?
Nadie.

¿Y quién me convida la raya?
Todos,
cualquiera.

Escribir sobre esto es pretencioso.
Es un asco.

El mundo es un asco
y los tarados sólo queremos emborracharnos.

Otros tarados pretenden cambiarlo.
Eso es pretencioso.

Que el mundo cambie
también es un efecto.
No una acción deliberada.



III

Nadie entiende que estamos solos.

Nos unimos a cualquier causa,
nos enfilamos en cualquier movimiento,
nos vanagloriamos por pertenecer a un sector,
porque no queremos reconocer nuestra soledad.




IV

Hay pocas cosas no pretenciosas:
un mate dulce con mi tía Teresa
en el medio de los cerros.

Eso sí que es una acción deliberada.

¿Pero quién entiende
la belleza de lo familiar?

Freud dijo que eso era lo siniestro,
y lo dijo porque nunca compartió un mate dulce con mi tía.

Acá todos se enojan,
matan a sus padres,
y en el peor de los casos
se terapizan para llorar,
negarlos,
no entenderlos,
y al fin, por fin.
aceptarlos.

Eso sí que es un asco.



V

Pocas personas reconocen a las putas
cuando andan revoloteando.

El que las vea que levante la mano.

Ya nadie quiere que una puta se lo coja,
las nuevas éticas de género,
de degenero y blablabla.

Pero las putas son otra cosa.
Te enfrentan con tu soledad.
Con vos mismo.

Uno está tan solo
que necesita un abrazo honesto.

Una conversación.

Alguien que devuelva una mirada.

Nadie sabe hacerlo.



VI


No quiero ceder
ante la presencia de mis putas.

Hay que huir,
no quiero enfrentarlas.
No quiero enfrentarme.

Tengo miedo,
voy a correr,
voy a gritar.

Desnuda en la oscuridad
voy a rezar:
(para no equivocarme y quererte bien)

todos juntos la plegaria que Él nos enseñó.

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